Cachorro de tigre flaco y enfermo rescatado del circo y tratado
Cuando el fundador del centro de rescate de vida silvestre encontró al tigre bebé, el bebé estaba muy enfermo.
Aasha era muy delgada y pesaba tres veces su peso normal a los nueve meses. Vicki, directora del mismo centro, estaba muy preocupada por el estado del animal y no entendía cómo un osezno de nueve meses podía ser tan pequeño y tan débil.
Entre otras cosas, contrajo tiña y su estado no hizo más que empeorar debido a la mala atención. Vikki decidió comprar a la pequeña y sacarla por cualquier medio necesario.
Fue trasladada a un recinto aislado.
Todo el cuerpo del bebé estaba cubierto de calvas dejadas por la lana enredada. Su piel estaba toda seca, oscurecida, en algunos lugares había heridas y abrasiones. El veterinario lo visitaba dos veces al día, le daba medicamentos y le trataba la piel.
Y no pasó ni un mes, cuando el gato montés empezó a tener mucho mejor aspecto, y dos meses después normalizó por completo su peso y el pelaje estaba casi renovado.
Y ya ocho meses después, Aasha se convirtió en una belleza increíble, una verdadera tigresa, y ya era necesario sacarla del aislamiento y ver cómo reaccionaría ante el resto de sus compatriotas.
Desafortunadamente, la cuestión de su liberación aún está en discusión, porque en la naturaleza es posible que no sobreviva.