Cuando un perro conoce a alguien que puede entrar en su corazón, le resultará muy difícil olvidar suavemente a esa persona

Cuando un perro conoce a alguien que puede entrar en su corazón, le resultará muy difícil olvidar suavemente a esa persona

Es por ello que las historias de lealtad y amor incondicional que nos llegan de nuestros amigos de cuatro patas siempre tocan nuestro corazón, y el caso de Benito no es diferente.

Perrito hace un último gesto de amor hacia su dueño.
Benito vive en el pueblo de Lambaré (Paraguay) y desde hace muchos años está confiado al cuidado de una mujer que le ha robado el corazón para siempre.

Desafortunadamente, los años de felicidad del perro se vieron ensombrecidos cuando la mujer se infectó con el virus mortal que estaba afectando al mundo.

La madre de Beni está enferma de Covid-19.
Luego de semanas de tratamiento y algunas complicaciones por el COVID, el dueño de Benito ingresó al hospital de Lambaré.

A partir de entonces, este perrito experimentó un dolor extremo, a través del cual expresó todo su amor por su madre.

El hombre peludo decidió acompañar a la mujer hasta la puerta del hospital.
Al no poder verla, el perro sorprendió al personal del centro médico al esperar ocho largos días fuera de la sala de emergencias.

Benito pasó día y noche allí, con la esperanza de volver a ver a su humana pero la vida le ha hecho una mala jugada:

la madre de Benito no soportó el virus y perdió la vida.
Desde las afueras del hospital el animalito soñaba con que su humana volviera.
Todos estaban sorprendidos por la lealtad de Benito, quien pese al sol y la lluvia no se separó en ningún momento de las cercanías a esa puerta en la que vio por última vez a su gran amor.

Desde la muerte el perrito pasó al menos 8 días más fuera del hospital esperando a su dueña, hasta que las autoridades del hospital dieron parte a una fundación para que le brindara una oportunidad al peludito.

No era justo que el can terminara sus días en la calle.

La Fundación Marcando Huellas salvó al guapo Benito y ahora debe comenzar una nueva historia.
«Algunos funcionarios del hospital se apiadaron de él y le dieron algunas sobras, pero apenas comía, estaba muy triste», dijo la activista Patricia Ruiz Díaz, de Marcando Huellas.

Al parecer la antigua familia de Benito no quiere cuidarlo, por lo que el peludo está tratando de recuperarse del trago amargo en el refugio de la organización.

“El Covid se ha cobrado la vida de muchas víctimas, algunas de las cuales también eran mascotas. Hoy estábamos contentos porque Benito amaneció con más energía, meneaba la cola y caminaba detrás del veterinario”, dijo Ruiz.

Luego del rescate, los veterinarios de Marcando Huellas se dieron cuenta que el pequeño peludo no se encontraba del todo sano.

Las deposiciones de Benito eran sangrientas, por lo que los expertos comenzaron a ayudarlo a recuperar su salud y su espíritu.

Afortunadamente, el perro se encuentra mucho mejor y su salvadora, Patricia Ruiz Díaz, le ha dado una última y buena orientación en el asunto.

“Ahora está más saltarín, es un perro amado y feliz. Compartiendo casa con 8 hermanas y 2 hermanos.

Ahora sólo está triste los días de lluvia», comentó Patricia.

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