El hombre de 94 años murió pero fue salvado por el perro de un vecino
Un hombre de 94 años quedó congelado, pero acudió en su ayuda el perro de un vecino, un extraño animal en el que se mezclan los genes de un Jack Russell Terrier y un caniche.
Pequeños e incluso divertidos a primera vista, los perros a menudo resultan ser no sólo animales inteligentes, sino también nobles.
Maurice Cohen estaba convencido de ello. Cuando el hombre de 94 años regresó de la tienda y guardó el coche en el garaje, tenía previsto volver directamente a casa, pero se encontró en una situación muy desagradable.
“Salí del auto, pero hice algunos movimientos incómodos. Mi bastón se rompió y caí, atrapando mi mano entre el embrague y el freno.
No pude liberar mi mano y levantarme.
Me encontré en una situación completamente estúpida, cuando estaba en un garaje sin calefacción, afuera era invierno y había heladas severas.
Muy rápidamente comencé a congelarme y me di cuenta de que si seguía congelado moriría de frío”, recordó Morris ese día.
Durante varias horas el hombre gritó, pero nadie lo escuchó, por lo que pasó toda la noche en el piso de su propio garaje. Según los médicos, unas horas más de frío le habrían costado la vida.
“Grité tanto que me quedé sin voz. Mi esposa estuvo ausente por unos días y nadie sabía que necesitaba ayuda.
Ya he aceptado no sólo el hecho de que voy a morir, sino que voy a morir de manera tan estúpida. Para salvar su vida, Morris fue ayudado por el perro de sus vecinos, quien corrió hacia la puerta de su garaje por la mañana y comenzó a ladrar desgarradoramente.
“El perro se llama Roger y en general es bastante tranquilo. Hizo tanto ruido esa mañana que asustó a muchos vecinos. No dejó de ladrar durante unos 20 minutos, como si intentara llamar la atención.
El dueño de Roger corrió hacia el ruido, me vio y llamó a una ambulancia”, dijo el hombre.
El anciano pasó diez días en el hospital y, tan pronto como los médicos le dieron el alta, fue a comprar algunas golosinas para Roger.
“Este perro es mi salvador, sin él me habría congelado en el garaje. Los médicos también dicen que sólo unas horas me separaron de la muerte”, explica el jubilado.
La dueña de Roger dice que se alegra de que su perro fuera tan observador y se apresurara a ayudar.