Mi esposa me abandonó a mí y a nuestros hijos después de que perdí mi trabajo – Dos años
Papá me dio fuerzas para seguir adelante. Un año después, conseguí un trabajo remoto en ciberseguridad.
El sueldo no era muy alto, pero era estable. Nos mudamos a un lugar más pequeño y reconstruí nuestras vidas.
Dos años después, vi a Anna en un café, cansada, llorando. Dijo que me extrañaba
Quería volver. Afirmó que lo había perdido todo. Pero cuando le pregunté por los niños, no dijo nada.
Ese silencio me lo dijo todo. Me alejé, portátil en mano, sabiendo que algunas puertas es mejor dejarlas cerradas.