Mi hija de 5 años se negó a cortarse el pelo y dijo: «Quiero que mi verdadero papá me reconozca cuando regrese».

Mi hija de 5 años se negó a cortarse el pelo y dijo: «Quiero que mi verdadero papá me reconozca cuando regrese».

Cuando mi hija de cinco años se negó a cortarse el pelo, no le di mucha importancia hasta que dijo que quería tenerlo largo para su «verdadero papá». Esas palabras me dieron un vuelco el corazón.

¿De quién hablaba? ¿Había alguien más en la vida de mi esposa de quien no tenía ni idea?

Hola, soy Edward, y esta historia es sobre mi hija, Lily.

Lily es la luz de nuestras vidas. Con solo cinco años, es un derroche de energía y curiosidad, siempre haciendo un millón de preguntas y aportando observaciones de lo más divertidas.

Es vivaz, dulce y tiene una risa que alegra hasta los días más oscuros. Mi esposa, Sara, y yo no podríamos estar más orgullosos de ella.

Pero la semana pasada ocurrió algo que puso nuestro pequeño y feliz mundo patas arriba.

Todo empezó hace unos meses cuando Lily empezó a negarse a dejarnos cortarle el pelo.

Sus cabellos, que antes le encantaba cepillar y peinar, se volvieron intocables.

Ella se sentaba con las piernas cruzadas en el suelo del baño, agarrándose el cabello como si fuera su posesión más preciada.

«No, papá», decía. «Quiero que mi cabello siga largo».

Al principio, Sara y yo pensamos que era solo una etapa. Los niños son así de peculiares, ¿verdad?