Miles de personas ya han compartido sus fotos en bikini en la playa, y al alejarse la cámara, entendemos por qué
Ese año decidió tomarse un descanso con sus amigos, disfrutando de las últimas semanas antes de la graduación.
Un día decidieron ir a un pequeño lago donde podían probar una tirolesa acuática. El equipo aventurero quiso probarla de inmediato.
Lo que Aimee no podía imaginar era que ese momento cambiaría su vida para siempre.
La tirolesa, un cable largo suspendido a gran altura, ofrecía una vista impresionante del paisaje. Generalmente, es completamente segura.
Sin embargo, los médicos encontraron que la situación era mucho más grave. Una bacteria carnívora había infectado la herida, y la joven de 24 años estaba en peligro de muerte.
La caída había causado una herida profunda en su pierna, que fue infectada por la bacteria Aeromonas hydrophila,
lo que finalmente llevó a una condición conocida como fascitis necrosante, comúnmente conocida como enfermedad carnívora.
Después de 11 cirugías y rehabilitación, Aimee logró salir adelante, pero tuvieron que amputarle ambas manos y piernas.
Poco a poco, Aimee se adaptó a su nueva vida, y ahora, cuatro años después del accidente, una foto suya en la playa ha comenzado a circular en redes sociales, inspirando a miles.
En la playa, en bikini, Aimee muestra con orgullo su cuerpo tal como es, con cicatrices y extremidades amputadas.
Escribió: “Me tomó mucho tiempo sentirme cómoda y aceptar mi nuevo cuerpo. Todos nacemos con imperfecciones, y hay mucha belleza en nuestros defectos.
Las cicatrices y los injertos de piel construyen carácter. Lo importante no es lo que tenemos, sino lo que hacemos con lo que tenemos”.
Hoy, en 2023, Aimee Copeland es defensora de los derechos de las personas con amputaciones y discapacidades, e inspira a otros a través de sus conferencias y publicaciones en redes sociales.
Además de su trabajo como defensora, Aimee está obteniendo su doctorado en psicología en la Universidad de Georgia Occidental.