“No me devuelvas, tengo miedo”: cómo una niña en mi carrito de compras transformó mi vida
Mientras hacía mis compras, recorrí los pasillos y cuando regresé a mi carrito de compras, vi a una niñita dentro de él.
Le pregunté dónde estaban sus padres, pero no dijo nada, así que recorrí la tienda para intentar encontrar a su mamá o a su papá, pero nadie parecía estar buscando a su hijo perdido.
Después de 20 minutos, la chica me agarró de la mano y me dijo: “No me devuelvas. Tengo miedo”.
Yo también me asusté y decidí llevarla a casa para pasar la noche. Cuando mi hermana Melissa, que estaba viviendo conmigo en ese momento mientras atravesaba algunos problemas personales, me vio, se sorprendió.
“¿Quién es?”, preguntó. Cuando le conté lo que había pasado, empezó a gritarme: “No puedes llevarte a casa a una niña cualquiera. Sus padres deben estar muy preocupados. ¿En qué estabas pensando?”.
Pero a mí sólo me importaba la niña que estaba en apuros.
Por la mañana, alguien llamó a la puerta. Eran los servicios sociales. Me di cuenta de que Melissa les había avisado de Lia sin decírmelo.
La llevaron con ellos, diciendo que intentarían localizar a su familia.
Lia me miró y me preguntó a dónde iba. Sentí la necesidad de consolarla y decirle que todo iba a estar bien, pero yo mismo no creía en esas palabras. No tenía idea de qué futuro le deparaba.