Una anciana solitaria recibe entregas de una persona desconocida todos los días, la última fue una nueva casa – Historia del día
Cuando el marido de Emma Richards murió hace siete años, ella quedó devastada. Ahora tenía que vivir el resto de su vida sola, cuidando de sí misma, ya que no tenía a nadie más que lo hiciera por ella.
Ella y su marido John no tenían hijos que pudieran cuidarla. Cada vez que le preguntaban a Emma por qué, ella siempre se encogía de hombros y evitaba responder
Un día, mientras Emma estaba sentada en su habitación viendo la televisión, alguien llamó al timbre. Ella no esperaba ninguna visita, así que decidió ir a ver quién era.
Cuando abrió la puerta principal, vio a un repartidor de unos 40 años con varias cajas. Llevaba una mascarilla, por lo que no podía verle la cara con claridad.
«Hola, no estoy esperando ningún paquete de nadie. ¿Puedo saber de quién es?», le preguntó Emma.
«Lo siento señora, pero estos paquetes fueron enviados de forma anónima. Tenga la seguridad de que nuestro personal de seguridad los revisó y están absolutamente seguros. Son para usted», dijo, colocando las cajas en la mesa de Emma junto a la puerta.